El principal objetivo de ECO-PROWINE es ofrecer un marco de evaluación y benchmarking como guía hacia la reducción de los impactos medioambientales. Ubicado dentro del sector vitivinícola de la UE, a nivel de bodega, sin alterar la calidad del producto final.
Es una etiqueta de sostenibilidad ambiental “ECO-PROWINE”, la cual se obtiene a través del estudio, análisis y evaluación de una metodología propia. Además, su desarrollo y validación ha sido evaluado satisfactoriamente por la Comisión Europea, basada en el Ciclo de Vida.
Dicha evaluación es específica para la cadena de producción del vino, y permite a los productores analizar sus procesos de fabricación. Por ello, su finalidad es detectar las cargas ambientales, así como los costes. Adicionalmente, también los principales aspectos sociales que determinan el perfil de sostenibilidad de la bodega.
Tras ese análisis, se proponen acciones de mejora con el fin de reducir los impactos asociados. Como resultado, convertir así la fabricación del vino en un proceso más eficiente y respetuoso con el medio ambiente.
Tras demostrar encontrarse dentro de la media de referencia europea, la bodega debe de comprometerse a la mejora de sus procesos. Así, obtendrá la etiqueta ECO-PROWINE, y con ello promoverá la mejora continua del perfil ambiental del sector.
De la misma manera, también la optimización de costes y aspectos sociales. Para poder conservar la etiqueta es necesaria la validación periódica del proceso de producción de vino de la bodega.
Este sello permitirá a los productores que hayan mejorado considerablemente el impacto medioambiental de sus productos, ser reconocidos por los consumidores. Para ello, la utilización de un logotipo específico aplicado en las etiquetas de las botellas y en los dossiers promocionales.
Reconoce y premia a las bodegas comprometidas con el camino hacia la sostenibilidad medioambiental. Para ello, deben conseguir alcanzar unas actuaciones de sostenibilidad predefinidas.
Aporta una serie de beneficios potenciales para bodegas, ayudándoles a diferenciarse de los competidores y atrayendo la atención de los consumidores conscientes.
Fomenta y facilita la internacionalización de productos a otros países de la Unión Europea.
Ayuda a los consumidores a reconocer el vino producido de una manera más sostenible. Tanto desde el punto de vista ambiental, como social y económico, es un escenario de distinción para las bodegas.
Además, el código QR impreso en la etiqueta permite a los consumidores obtener información sobre dichas acciones y actuaciones de las bodegas. Esto permite a los consumidores adquirir confianza en las opciones sostenibles.
El procedimiento de estudio, análisis y evaluación de la metodología ECO-PROWINE, permite a los productores tener una visión clara de sus actuaciones.
De esta forma, entendiendo que las mejoras son beneficios y cómo podrían realizarse.
Aumenta la visibilidad de la bodega, debido a las diferentes campañas de promoción de la etiqueta.
También, con la promoción de la misma en la página web de ECO-PROWINE. En dicha página, cada bodega tendrá su micro-site destinada a la promoción de sus productos.